6. El Tint
El agua de las acequias no solamente era utilizada por los molinos, sino que también se beneficiaban de ella otras industrias, como los tintes o las curtidurías. Como la mayoría de tintes estaban establecidos en esta parte de la población, este tramo del Rec Major era conocido como "rec dels Tints".
El Tint es una construcción de nave única del siglo XV o XVI y tradicionalmente se ha considerado que estaba destinado a colorear las ropas y trapos de lana que se fabricaban en Banyoles. En el proceso de tintado, los tejidos se sumergían en tinas o perolas con el colorante deseado, calentadas a fuego directo. Después las piezas se tenían que colgar y estirar para que alcanzaran las dimensiones queridas. Este proceso solía hacerse en el interior, y por eso se necesitaba que el edificio dispusiera de techos altos. El secado final, en cambio, solía hacerse al aire libre.
Durante el siglo XVIII, coincidiendo con el declive del comercio de trapos, el edificio fue compartimentado y se convirtió en una curtiduría. Parece que fue en este momento cuando se excavaron varias tinas en los travertinos, repartidas a ambos lados de un pasillo central, que habrían servido para teñir las pieles.
El oficio de tintorero
Teñir la lana no era una tarea fácil. Los tintoreros tenían que soportar malos olores y la presencia de vapores. Además, el agua utilizada en el tinte contaminaba las acequias. No es extraño, pues, que en época medieval los tintoreros fueran llamados despectivamente “infectur”. Los colorantes de los tintes eran de origen natural y podían llegar a alcanzar precios prohibitivos, La mayoría se obtenían de plantas, aunque también podían extraerse de minerales y, en algunos casos, de insectos y moluscos.
¿Sabíais que...
durante los años setenta el edificio del Tint se convirtió en un punto de referencia y encuentro de los principales colectivos artísticos de la ciudad?