Es difícil competir des del pequeño comercio con gigantes comerciales y grandes superficies, pero el secreto de Banyoles es que ofrece unas calles donde peatones y comercios singulares son los protagonistas. Más allá del entramado urbano que favorece el paseo, la variedad es otro de los puntos fuertes del comercio bañolino: no hace falta salir de Banyoles para estar bien servido. Además, las tiendas no se encuentran solo en el centro, sino que también dan vida a otras zonas de la ciudad como la Villa Olímpica, el barrio de Sant Pere, el Passeig del Mossèn Constans, el Passeig de la Indústria, el Carrer de la Llibertat o la Avinguda dels Països Catalans. Y la guinda del pastel es el mercado semanal, que cada miércoles llena la Plaça Major y otros espacios del centro de Banyoles.